viernes, 9 de septiembre de 2011

Dedicarse o no al ajedrez

Eduardo Aguilar (Construajedrez) me ha mandado un comentario para ser publicado en el artículo que escribí sobre que León Hoyos e Ibarra, se retiraban del ajedrez competitivo. Lo pongo en este nuevo artículo porque creo que su comentario merece una atenta reflexión

Dice Eduardo:

Estimado Manuel.


Extrañado por este artículo.


Simplemente te diré que aún y sea cierto que estos jóvenes se retiren porque ellos consideran que no tienen futuro en el ajedrez, eso no valida la hipótesis de que del ajedrez no se puede vivir ya no dignamente sino muy bien.


Es absurdo el planteamiento, es una falacia. De tan evidentemente ilógico que se dificulta refutarlo.
Hay miles de jóvenes egresados de administración de empresas en el país desempleados o trabajando en áreas diferentes de su especialidad pero dudo que alguien afirme que para que queremos profesionales en la administración de empresas.


Estimado Manuel, creo que es tiempo de levantar la toalla y dejar en el pasado el reparto de culpas, hay que dejar el pesimismo para los buenos tiempos.


Cordialmente


Eduardo Aguilar

He aquí mi respuesta:

Hola, Eduardo,

De entrada no creo que sea una decisión descabellada y/o mala, el dejar el ajedrez por estudiar una carrera profesional. Primero, porque evidentemente quien así haga no dejará el ajedrez (véase el caso de Gata Kamsky, por ejemplo), quien después de no poder ganar el Campeonato Mundial, se dedicó a estudiar leyes, casi por obligación de su padre, pero eso no importa. Kamsky terminó la carrera y finalmente cuando ya no pueda competir al nivel de las exigencias actuales, no tiene que tener una vida incómoda o de pocos ingresos por solamente haberse dedicado al ajedrez e incluso, tiene una alternativa más para defenderse en la vida.

Yo entiendo que hay muchos jugadores, ni siquiera de primera fuerza, que viven de dar clases de ajedrez en escuelas particulares. En una ocasión nos invitaron a Russek y a mí a una entrevista radial a las 12 de la noche, con una simpática española llamada Lidia (que tenía o tiene un programa llamado "Lidiando con el futuro"). Hubo un tercer invitado, un señor que jamás habíamos visto, pero que su trabajo era el de enseñar ajedrez a niños en escuelas primarias particulares. No me acuerdo si nos dijo que trabajaba de 11 am a 6 pm... La cuestión es que el señor, cuyo nombre no recuerdo, tenía un sueldo decoroso y probablemente ganaba más que muchos jugadores que quieren vivir ganando torneos pero que, desde luego, difícilmente lo logran por la competencia que hay. Dicho personaje nos confesó que no tenía rating y él calculaba que jugaba más o menos unos 1700 puntos, pero que él no jugaba, ni iba a torneos. Sólo enseñaba.

A mí me parece que el artículo que transcribí está escrito con toda la mala leche. León e Ibarra "no tiran el tablero de ajedrez", eso es una expresión fuera de lugar. Yo creo sin embargo que León tiene razón: no hay apoyo para un jugador joven que quiere dedicarse exclusivamente al ajedrez. Leon Hoyos es un talento, yo siempre lo vi así (y la única partida que jugamos se la gané, pero tenía 10 años :-) )... Y a León lo invitan a reconocerle, darle premios, trofeos por ser el orgullo yucateco, pero no le dan patrocinios, no le contratan un entrenador, nada. ¡Qué tan talento será que hasta Ivanchuk lo tomó como segundo! El gran nivel del ajedrez ya no se puede alcanzar solo. El único en ese sentido es Fischer, pero él fue caso aparte, atípico.

Yo sí creo que se puede vivir del ajedrez. Creo que un arte tan fascinante y obsesivo merece dedicarle la vida.Como Botvinnik apunta: "el ajedrez no es en nada inferior al violín, y tenemos muchos violinistas profesionales".  Lo malo es que las condiciones en el mundo no son fáciles para dedicarse a esto. Y no se trata si la FENAMAC apoya o no. Va más allá. No se trata de repartir culpas y puedo entender que Raúl Hernández, que creo que ha hecho -si bien nos va- una mediocre actuación como presidente de la FENAMAC, podría tener argumentos contundentes por los que León o Ibarra simplemente no pueden ser apoyados como se debiese hacer. La razón es que el país no tiene condiciones para que esto pase. En Ucrania, por ejemplo, salen montones de chavitos que cada vez obtienen títulos más jóvenes. Cito a los actuales, Lahno, Ponomariov, Karjakin, entre otros. ¿Por qué se da? Por dos razones: porque hay escuelas y trabajo especializado para que los chavitos, desde pequeños, se interesen por el ajedrez y de ahí salen las nuevas camadas de maestros. Por otra parte, porque el país entrega recursos para que se desarrollen estas actividades. Lo pondré con una analogía: si tienes un gran jardín y no riegas alguna parte de éste, seguramente se secará esa parte.

Finalmente, cito a Kotov (Piense como un gran maestro - la traducción es mía): "Una vez que se ha obtenido todo el reconocimiento y se ha convertido en gran maestro, uno puede dedicarse de lleno y completamente al arte del ajedrez. Incluso entonces la decisión demanda pensarla muy seriamente; está lejos aún de ser fácil tener que depender de los azares de los resultados de los torneos. Más aún, hay un número de jugadores que son capaces de continuar y seguir la profesión que eligieron, además de lograr excelentes resultados en los torneos".

Hasta aquí mi reflexión...

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